lunes, 20 de diciembre de 2010

ÚLCERAS POR PRESIÓN (6)

6.- TRATAMIENTO DE LA ULCERA POR PRESIÓN (1)
 
 ASPECTOS GENERALES

· Valorar al paciente de forma integral.
· Enfatizar la prevención.
· Conseguir la implicación del paciente y su familia en el programa.
· Desarrollar guías de práctica clínica a nivel local que impliquen a la atención comunitaria, atención especializada y socio-sanitaria.
· Configurar un marco de práctica asistencial basado en evidencias científicas.
· Tomar decisiones basadas en la dimensión coste-eficacia.
· Evaluación constante de la práctica asistencial e incorporar a los profesionales a actividades de investigación.

 
 VALORACIÓN

 Es el punto de comienzo y la base en la planificación del tratamiento y evaluación de sus resultados.

 · Valoración inicial:

Historia clínica completa y examen físico prestando atención especial a: factores de riesgo (inmovilidad, incontinencia, nutrición, nivel de conciencia...); enfermedades de interfieran en la curación de la UP (alteraciones vasculares, respiratorias, metabólicas, inmunológicas, neoplasias, psicosis, depresión...); edad avanzada, tabaco, alcohol, higiene, fármacos.                                                                                      Complicaciones (dolor, anemia, infección...)
- Valoración nutricional: el objetivo es asegurar los nutrientes adecuados para favorecer la cicatrización. Utilizar un método sencillo de despistaje de déficits nutricionales (calorías, proteínas, niveles de albúmina sérica, minerales, vitaminas, aporte hídrico). Reevaluar periódicamente.
- Valoración psicosocial: Valorar la capacidad, habilidad y motivación del paciente para participar en su programa terapéutico.

 · Valoración del entorno:

El objetivo es crear un entorno que conduzca al cumplimiento del plan de tratamiento. Identificar al cuidador principal. Valorar aptitudes, disponibilidad, conocimientos y recursos del entorno del cuidador (familia, cuidadores informales).
 
· Valoración de la lesión:

Debería estar descrita por parámetros unificados que faciliten la comunicación entre los profesionales y permitan verificar la evolución. Es muy importante la valoración y registro de la misma semanalmente. Siempre que exista deterioro del paciente o de la herida debe reevaluarse el plan de tratamiento. La valoración debe incluir:
    - Localización de la lesión.
    - Estadiaje.
    - Dimensiones.
    - Existencia de fistulizaciones o excavaciones.
    - Tipo de tejido presente en el lecho: necrótico, esfacelo, granulación.
    - Estado de piel perilesional: íntegra, lacerada, macerada, eczematización, celulitis...
    - Secreción de UP: escasa, profusa, purulenta, hemorrágica, serosa.
    - Dolor.
    - Signos clínicos de infección local: exudado purulento, mal olor, bordes inflamados, fiebre.
    - Antigüedad.
    - Curso-evolución

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